Trasluchada segura
Los rumbos más complejos y de mayor riesgo son los de popa. Cuando navegamos con vientos portantes y las olas van en aumento, puede ocurrir una trasluchada involuntaria, con altos riesgos para la tripulación y materiales del velero. Podemos romper la botavara, las velas o el mástil. Frenar la botavara es la solución para evitar una trasluchada involuntaria.
Con la vela mayor totalmente abierta, la botavara puede llegar a hacer un recorrido de hasta 160° y al trasluchar puede provocar un impacto fuerte contra los obenques bajos dependiendo de la intensidad del viento y altura de las olas.
Una retenida de botavara fija no es una buena solución para frenar la botavara de nuestro barco y puede provocar también muchos problemas. Lo ideal es que el barco esté equipado de un freno de botavara.

Freno de botavara
Dentro de los diferentes modelos existentes en el mercado, nosotros hemos elegido el más eficaz: freno de botavara Walder.
El freno de botavara Walder consiste en una polea de gran dimensión que va fijada a la botavara en un punto cercano al arraigo de la contra. Tiene dos guíacabos, uno de cada lado, por los que pasará la escota, con un diámetro que dependerá de el modelo Walder según eslora, desplazamiento y superficie vélica.

¿Como montar el freno de botavara?
Para montar el freno de botavara consiste en amarrar un puto fijo a babor o estribor en el obenque retrasado o en la tapa regala. La escota saldrá desde este punto fijo, pasará 2 o 3 vueltas por la polea Walder, irá al otro punto contrario donde habrá una polea para reenviar a un stopper cercano del winche elegido.

La tensión debe ser proporcional al viento existente, esto hará que cuando ocurra una trasluchada involuntaria, la botavara hará un recorrido mucho más lento por el efecto de frenado de la polea Walder.
Walder evita la trasluchada involuntaria
En definitiva, Walder frena la botavara garantizando una trasluchada segura.